BIOGRAFÍA DE JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
Infancia
Nació en Moguer, el 23 de Diciembre de 1881. Su padre era castellano y su madre, andaluza. Pasó su infancia en una casa vieja de grandes salones y verdes patios. Jugaba muy poco, y era gran amigo de la soledad… Fue un niño consentido y solitario, es gran compañera siempre será la soledad, referida en sus poemas de manera recurrente. Tras pasar por una escuela de primeras letras, asiste al colegio de San José, adscrito al Instituto Provincial de Segunda Enseñanza de Huelva. En septiembre de 1891 pasa el examen de instrucción primaria con la calificación de Sobresaliente. Y, en los años siguientes, superará con notas excelentes los exámenes de los dos primeros cursos de bachillerato. En 1893, Juan Ramón ingresa, como estudiante interno, en el colegio San Luis Gonzaga de El Puerto de Santa María. Allí tendrá, como condiscípulos, a Muñoz Seca y a Fernando Villalón. Su paso por el colegio de San Luis Gonzaga provoca una transformación de su carácter, y evidencia en el carácter del poeta ciertos rasgos de rebeldía. Juan Ramón no recuerda nada de las risas indudables y continuas de su infancia. A pesar de sus esfuerzos por integrarse en la disciplina del colegio, incorporándose a la liga mariana y convirtiéndose en ávido lector del Kempis, las normas del colegio y las enseñanzas las vive como una imposición que lo aparta de su camino y que no tiene otro objeto que modelar su carácter bajo patrones que le resultan ajenos. Reprimida la infantil imaginación del niño Juan Ramón, el joven que abandona las aulas del colegio de los jesuitas es ya una persona retraída y a la vez reacia a los modelos religiosos que se le imponen.
En la adolescencia parte a Sevilla con la intención de hacerse pintor y abogado. Pero, nunca acabará derecho pues las artes (pintura y poesía) le atrajeron más. Por lo que a los estudios se refiere, Juan Ramón finalmente llegó a matricularse en el curso preparatorio
de Derecho, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Sevilla. Allí, en 1899, conoció al "krausista" Federico de Castro, de quien guardará siempre excelente opinión y recuerdo. Pero sumergido en una ya imparable vocación literaria, nunca se aplicó con verdadero interés a los estudios y no llegó a superar el primer curso. La familia del poeta, "culta, tradicionalista y conservadora", no se opuso; muy al contrario, contó con el apoyo de ellos, en especial de su madre. La economía familiar se lo permitía. Cuando vuelve a Madrid encabeza movimientos de renovación poética, logrando una gran influencia en los inicios de la más prolífica generación del siglo XX; la Generación del 27. De 1921 a 1927 publica en revistas parte de su obra en prosa. De 1925 a 1935 publica sus Cuadernos, en los que aparece casi todo lo que escribe en este periodo: poemas, cartas, retratos líricos de escritores y recuerdos literarios. En 1936 estalla la guerra civil y se mantiene fiel del lado republicano llevando un importante labor de acogida de niños huérfanos. Juan Ramón y Zenobia marchan a Washington, habiendo dejado sus ahorros para atender a los huérfanos; él será el agregado cultural de la Embajada de España. Es invitado a dar conferencias en la Universidad de Miami. Con la victoria de Franco en la guerra, el matrimonio decide mantenerse en América en el exiliado. La tendencia depresiva del poeta hará que el exilio le aleje de la realidad e intensifique su aislamiento social. Durante estos años recibe el reconocimiento literario en toda América. En 1950, se instalan en Puerto Rico, que se convertirá en su segunda patria. Zenobia es operada de cáncer de matriz en 1951, en 1954 se agrava la
Obras de Juan Ramón Jimenez
La obra poética de Juan
Ramón Jiménez es muy numerosa, con libros que a lo largo de su vida, en un afán
constante de superación, fue repudiando o de los que salvaba algún poema, casi
siempre retocado en sus sucesivas selecciones
Las principales son :
Poesías escogidas (1917)
segunda antología poética (1922),
Canción (1936)
Tercera antología (1957).
La influencia del modernismo se percibe en sus primeros libros, aunque su mundo poético pronto apunta, hacia lo inefable, con unos poemas hechos a partir de sensaciones refinadas por la espiritualidad, y de sutiles estados líricos, con un lenguaje musical. El arte de Juan Ramón Jiménez se hace independiente de cualquier escuela, aunque el simbolismo siga influyendo en su poesía casi hasta el final. Con el paso de los años su estilo se hace cada vez más depurado, siempre en busca de la belleza absoluta, de la poesía y del espíritu que él intenta fundir con su lirismo esencial interior, sin dejar de ser al mismo tiempo metafísico y abstracto, como se aprecia en:
Baladas de Primavera (1910)
La soledad sonora (1911).
Diario de un poeta recién casado (1917), es uno de los grandes libros de la poesía española. Contiene ritmos inspirados por el latir del mar, verso libre, prosa, sugerencias humorísticas e irónicas.
Eternidades (1918)
Piedra y cielo (1919) y uno de los puntos más altos de su poesía,
Estación total, un libro escrito entre 1923 y 1936, aunque no se publique hasta 1946. Los escritos en prosa que formarían posteriormente la vasta galería Españoles de tres mundos (1942) empezaron a publicarse en diarios y revistas en los años inmediatamente anteriores a su exilio.
Otro libro suyo escrito en prosa poética -y al que le debe gran parte de su fama universal- es Platero y yo (1917), donde funde fantasía y realismo en las relaciones de un hombre y su asno. Es el libro español traducido a más lenguas del mundo, junto con Don Quijote de Miguel de Cervantes.
Escribió ya en América los Romances de Coral Gables (1948) y Animal de fondo (1949). Con ellos y el poema 'Espacio', Juan Ramón Jiménez alcanza lo que se ha llamado su -tercera plenitud- determinada por el contacto directo con el mar. En Animal de fondo el símbolo lo expresa con un lenguaje próximo a una religiosidad inmanente y panteísta. La poesía antes que palabra es conciencia; inteligencia que permite al poeta nombrar. El tiempo acaba fundiéndose con el espacio. El poeta simbolista y romántico, metafísico después y puro -que configuran al Juan Ramón Jiménez más hondo e intenso-, se revela finalmente como un visionario y metafísico que mantiene una alta tensión poética a partir de iluminaciones nacidas en lo profundo de su sensibilidad.
Las principales son :
Poesías escogidas (1917)
segunda antología poética (1922),
Canción (1936)
Tercera antología (1957).
La influencia del modernismo se percibe en sus primeros libros, aunque su mundo poético pronto apunta, hacia lo inefable, con unos poemas hechos a partir de sensaciones refinadas por la espiritualidad, y de sutiles estados líricos, con un lenguaje musical. El arte de Juan Ramón Jiménez se hace independiente de cualquier escuela, aunque el simbolismo siga influyendo en su poesía casi hasta el final. Con el paso de los años su estilo se hace cada vez más depurado, siempre en busca de la belleza absoluta, de la poesía y del espíritu que él intenta fundir con su lirismo esencial interior, sin dejar de ser al mismo tiempo metafísico y abstracto, como se aprecia en:
Baladas de Primavera (1910)
La soledad sonora (1911).
Diario de un poeta recién casado (1917), es uno de los grandes libros de la poesía española. Contiene ritmos inspirados por el latir del mar, verso libre, prosa, sugerencias humorísticas e irónicas.
Eternidades (1918)
Piedra y cielo (1919) y uno de los puntos más altos de su poesía,
Estación total, un libro escrito entre 1923 y 1936, aunque no se publique hasta 1946. Los escritos en prosa que formarían posteriormente la vasta galería Españoles de tres mundos (1942) empezaron a publicarse en diarios y revistas en los años inmediatamente anteriores a su exilio.
Otro libro suyo escrito en prosa poética -y al que le debe gran parte de su fama universal- es Platero y yo (1917), donde funde fantasía y realismo en las relaciones de un hombre y su asno. Es el libro español traducido a más lenguas del mundo, junto con Don Quijote de Miguel de Cervantes.
Escribió ya en América los Romances de Coral Gables (1948) y Animal de fondo (1949). Con ellos y el poema 'Espacio', Juan Ramón Jiménez alcanza lo que se ha llamado su -tercera plenitud- determinada por el contacto directo con el mar. En Animal de fondo el símbolo lo expresa con un lenguaje próximo a una religiosidad inmanente y panteísta. La poesía antes que palabra es conciencia; inteligencia que permite al poeta nombrar. El tiempo acaba fundiéndose con el espacio. El poeta simbolista y romántico, metafísico después y puro -que configuran al Juan Ramón Jiménez más hondo e intenso-, se revela finalmente como un visionario y metafísico que mantiene una alta tensión poética a partir de iluminaciones nacidas en lo profundo de su sensibilidad.
Vuestro trabajo ha quedado muy completo y variado pues habéis incorporado información en diferentes formatos. Ha merecido la pena el esfuerzo, y sé que lo habéis pasado genial haciéndolo. ¡Os felicito!
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